Graduación de Bachillerato 2024-25
“He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas…”
Antonio Machado
¡Por fin llegó el ansiado día de la graduación!
Rostros sonrientes, ojos brillantes, ropajes relucientes y el corazón lleno de emoción y alegría. Ha sido un largo trayecto el que nos ha traído hasta este momento, una travesía que hemos compartido con ilusión, esfuerzo y perseverancia.
Cada alumno y cada alumna llegó a nuestro Centro por caminos distintos, pero todos compartimos una misma ruta. Hoy culminamos una etapa que comenzamos hace dos años, un trayecto lleno de retos, descubrimientos, dudas, aprendizajes y, sobre todo, transformación personal.
Durante estos dos últimos cursos hemos compartido un proceso intenso. Día a día convivimos con nuestras diferencias, buscando puntos en común. A veces eran muchos; otras veces, apenas unos pocos. ¿Cómo avanzar juntos siendo tan distintos, con formas tan diversas de ver la vida, con intereses tan alejados?
No fue fácil. Pero con esfuerzo, comprensión y, sobre todo, mostrando cada uno sus flaquezas, sus miedos y vivencias ante el resto del grupo, se empezó a tejer un entramado invisible de pertenencia. Aprendimos a aceptar las formas crudas de expresión de algunos, a respetar la sensibilidad de otros, a escuchar e intentar comprender al otro. Y en ese proceso, tanto alumnos como docentes crecimos como personas.
A este gran reto colectivo se sumó el vértigo del futuro. Algunos lo vislumbraron con claridad desde el inicio; otros caminaron entre dudas, proyectos, ilusiones y temores. Pero todos siguieron avanzando, cada uno a su ritmo, con determinación y coraje.
Y en este día tan señalado, celebramos con alegría el cierre de una etapa fundamental en la vida de nuestros queridos alumnos y alumnas, y el inicio de un nuevo camino, igualmente importante. Para el equipo docente, y muy especialmente para mí como tutora, ha sido un auténtico privilegio acompañarlos en este proceso. Hemos sido testigos de su esfuerzo, no solo en lo académico, sino también en lo emocional.
Hemos visto cómo se apoyaban mutuamente, cómo aprendían a superar altibajos, cómo descubrían que memorizar contenidos y desarrollar competencias clave es solo una parte del recorrido. Porque también hubo muchos momentos dedicados a comprender al compañero o compañera, a descubrir que el diálogo, el arte, la creatividad y la reflexión fortalecen a la persona. Y que, a través de ellos, desarrollamos algo tan esencial como el pensamiento crítico, la compasión y la capacidad de construir juntos una sociedad más justa y solidaria.
Este ha sido el verdadero camino que ha recorrido cada alumno y cada alumna: un camino en el que sus resultados académicos no son únicamente fruto del aprendizaje intelectual, sino también del trabajo artístico, volitivo y emocional que han desarrollado, entre los que cabe destacar la excelente representación teatral realizada este curso por el alumnado de segundo de bachillerato, con las obras El sí de las niñas, de Moratín, y Doña Rosita la soltera, de Lorca.
Todo el equipo docente somos plenamente conscientes de que este esfuerzo personal no se refleja solo en exámenes y pruebas. El trabajo que han realizado en los distintos ámbitos de su formación se lo llevan consigo para siempre, como parte fundamental de la base sobre la que construirán su vida.
Por todo ello, en el día de la graduación, cada uno de los profesores nos sentimos profundamente orgullosos. Solo podemos dar gracias por haber tenido la oportunidad de acompañarlos y crecer a su lado.
Gracias también a las familias que han formado parte de este proceso: por sus palabras de apoyo y agradecimiento en este acto, por confiar, por implicarse, y por ser parte de esta travesía compartida. Y gracias, de corazón, a todas las personas que hoy nos acompañan para celebrar este momento tan especial.